La incontinencia urinaria (IU) es una condición de salud muy común, millones de personas en todo el mundo viven con ella. Sin embargo, su impacto va más allá de lo físico, afecta también la salud emocional y la calidad de vida de quienes la padecen.
Adaptarse y aprender a vivir con incontinencia urinaria no siempre resulta sencillo, en esta ocasión, hablaremos de las emociones que comúnmente experimentan las personas ante la IU.
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NEGACIÓN: consideran la IU como algo temporal, en casos de extrema negación, las personas no suelen hablar con nadie, ni aceptar su condición.
- IRA: derivado de un sentimiento de frustración, suelen sentir ira hacia sí mismos o con las personas que los rodean.
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TRISTEZA: también pueden sentir culpa, vergüenza y pérdida de autoestima.
- MIEDO: surge ante una situación que no se controla, el miedo a tener algún accidente en público o en cualquier momento puede provocar que la gente se aísle.
LA CARGA EMOCIONAL
Para muchas personas, vivir con incontinencia significa enfrentarse diariamente a sentimientos de inseguridad, ansiedad e incluso frustración. Esta carga emocional afecta la autoestima y la confianza en uno mismo, generando estrés, e incluso, depresión.
IMPACTO EN LAS RELACIONES PERSONALES
También afecta las relaciones personales, como la vida en pareja y la intimidad. Puede haber tensión y distanciamiento de amigos y familiares si no hay buena comunicación. (Léase también: Incontinencia urinaria en hombres y vida en pareja)
AFRONTANDO LOS DESAFÍOS
Es importante abordar los aspectos físicos y emocionales, buscar apoyo médico y psicológico es de gran ayuda para encontrar una alternativa para sentirte mejor.
También, hablar del tema abiertamente y compartir experiencia con otras personas puede reducir de manera significativa el sentimiento de aislamiento y aumentar la confianza y autoestima.