La próstata es un órgano del sistema reproductor de los hombres. Es una glándula, con forma de castaña, colocada debajo de la vejiga y por delante del recto. La uretra (conducto por donde sale la orina) atraviesa la próstata por el centro, de manera que la orina sale de la vejiga atravesando la próstata. Asimismo, es la encargada de producir parte del líquido seminal que protegerá y nutrirá los espermatozoides.
Su desarrollo comienza desde la formación del feto, gracias a las hormonas masculinas. Con la edad, la próstata puede aumentar en dimensión, lo que suele dar paso a problemas de pérdidas de orina: si la glándula aumenta de tamaño en exceso puede llegar a bloquear este punto de salida de la vejiga, impidiendo que se vacíe. Entonces, la vejiga se verá obligada a trabajar el doble con el objetivo de superar este bloqueo, dando lugar a un fenómeno conocido como “vejiga hiperactiva”. La vejiga puede apretarse sin que el individuo lo note ni lo pueda controlar, provocando los escapes de orina.
Las posibles enfermedades de la próstata comprimen la uretra y producen molestias al orinar. Entre los problemas más comunes tenemos:
Prostatitis. Inflamación en la glándula prostática, manifestada especialmente entre los más jóvenes.
Hiperplasia Prostática Benigna (HPB). Aumento gradual de la dimensión de la próstata, a partir de una edad madura.
Cáncer de próstata. El cáncer más común entre el género masculino y el más fácil de tratar.
En hombres menores de 50 años el problema más frecuente es la prostatitis y en mayores de 50 años, la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP). Es importante realizar un correcto diagnóstico diferencial para indicar el tratamiento apropiado.