Ayudar al paciente con sus ejercicios es una tarea más sencilla de lo que crees, no importa si es una terapia física o solo una rutina de ejercicios de Kegel, con la ayuda correcta, pueden vencer este y más retos juntos.
Delimita el espacio. Dependiendo del tipo de rutina, es posible que necesites una área amplia y tranquila donde nadie los moleste ni presione por el tiempo. Si es necesario mover algún mueble, será más sencillo pedir ayuda para hacerlo si lo decides con el tiempo suficiente.
Accesorios adecuados. Si el paciente puede y necesita acostarse en el suelo, es ideal que coloques en el suelo un tapete, ya sea de yoga o de otro material para evitar el contacto directo con el suelo y evitar que se lastime.
En caso de necesitar el uso de algún aparato o accesorio que le ayude a mejorar su estado de salud, es importante que lo escojan en conjunto, tú podrás decirle cuál es el más adecuado para su objetivo y él te dirá cuál es el que más se ajusta a él.
Elijan la ropa adecuada. Por muy ligeros que sean los movimientos, es importante que utilice la ropa adecuada para él. Consulta con él cuál es el estilo de ropa y telas que más le gustan, pues la ropa de ejercicio no siempre es la más cómoda para ellos por lo ajustada o por las telas.
Fija un horario. Olvidarse de su rutina no será problema, fijen un horario que sea cómodo para los dos y dediquen siempre el mismo tiempo a realizar sus ejercicios. Ya sea por la mañana o tarde, ambos sabrán que es momento de ponerse a trabajar.
Sigue con tu labor para tener un impacto positivo en la vida y tratamiento del paciente.